En la actualidad, muchas madres y padres de menores adolescentes se encuentran sobrepasados ante la invasión digital y la exigencia por parte de los menores de tener un teléfono móvil en propiedad. Esta presión de los hijos/as puede llevarnos a actuar de forma impulsiva y poco reflexionada. De ahí que dediquemos un espacio a abordar este tema, que si bien se dirige a los padres y madres, conviene que los docentes las tengan en cuenta para poder orientar a las familias.
A continuación, señalamos tres preguntas habituales de las familias:
Desde una perspectiva de salud no se puede responder a esta pregunta, ya que va a depender de muchos factores como pueden ser la madurez del menor, las necesidades personales y familiares, el entorno, la economía familiar, etc. No se puede hacer una generalización sobre cual es la edad adecuada para tener el primer móvil. Quizás la recomendación general sería darle acceso a su primer móvil en el período que ronda entre los 10 y los 14 años.
De cualquier forma, lo importante no va a ser tanto la edad concreta en la que se le compra su primer móvil como el uso que se le va a dar.
¿Para qué necesita mi hijo/a un móvil?, ¿cómo le voy a enseñar a manejar un aparato que le da acceso a TODO?, ¿cómo voy a regular el uso del mismo?, ¿Estoy preparado para hablar con mi hijo/a de los riesgos a los que se va a exponer?…
En este sentido, conviene que las madres y padres de los menores tengan en cuenta la importancia de regular el uso de este dispositivo en beneficio del menor. De esta forma, se recomienda a las madres y padres:
Cuando un chico o chica de esta edad recibe su primer móvil conviene establecer una serie de condiciones que ayuden al menor a hacer un uso adecuado y evitar la aparición de problemas derivados del mal uso del mismo. Estas condiciones se pueden incluir en un CONTRATO que vincule a ambas partes: Al menor y a su madre y padre.
El contrato es especialmente relevante porque implica un doble beneficio:
Resulta fundamental el acompañamiento y la supervisión del menor por parte de los padres. El contrato puede ayudar a acercarnos a nuestros hijos/as y a reducir los posibles riesgos.
De esta forma el contrato facilita la comunicación y los acuerdos con tu hijo/a, establece normas para el buen uso y orienta hacia un uso responsable
A continuación, vamos a presentar un Modelo de Contrato que pueda servir de ejemplo para que las familias lo puedan adaptar a su situación particular. Destacar que este modelo de contrato se orienta principalmente a menores de 13 años. Posteriormente habrá que adecuar el uso del mismo a la madurez y realidad del menor.
En los últimos años, el regalo estrella en la comunión de muchos niños/as es un teléfono móvil. El consumismo en el que vivimos y la presión social nos pueden llevar a este tipo de regalos, sin detenernos a reflexionar sobre la idoneidad o conveniencia del mismo.
Hemos de reconocer que el móvil es muchísimas cosas más que un teléfono portátil y es un dispositivo que da acceso a sitios, lugares y situaciones para los que los menores no están preparados para afrontar.
¿Regalarías un Ferrari a tu hijo con 18 años?, ¿le permitirías viajar solo por la noche a Nueva York o a Afganistán?, ¿le darías la llave para ver material violento o pornográfico existente en la red?… Resulta fundamental el acompañamiento y la supervisión de las madres y los padres.
Más allá del consumismo imperante en el que estamos inmersos, conviene detenernos por un momento a reflexionar sobre la idoneidad del regalo, la madurez de nuestro hijo/a y el uso que se le va a dar. De ahí la necesidad de pararnos a reflexionar sobre aspectos como los que planteamos en el apartado de ¿Cual es la edad recomendada para su primer móvil? y que sin negar que pueda ser un regalo adecuado para algunos chicos/as, conviene reflexionar previamente entre los padres sobre algunos temas fundamentales para regular su uso, controlar los usos inadecuados y sobretodo proteger a nuestros hijos e hijas de sufrir situaciones inadecuadas en una edad tan temprana.
Para trabajar estos aspectos de manera más detenida y profunda, se puede ampliar la información en el siguiente ejercicio práctico que incide en la importancia de la supervisión de los padres y madres para el buen uso del móvil.